Friday, March 6, 2009

Abasto shopping


La vieja está sentada en el asiento de madera de la estación Abasto, del subte B. El subte está quieto. Y es gracioso porque la señora tiene el marco de los anteojos marrón, del mismo color que el asiento, y blanco, como las baldosas del piso. Tiene anteojos que la mimetizan con el ambiente subterráneo de la estación shopping. El tipo, boina, saco de gabardina marrón, se para al lado de la señora y se queda quieto. Mira a la gente que sube al subte. Se oye una especie de corneta y las puertas empiezan a cerrarse, en la estación no queda nadie, salvo la vieja, que debe estar esperando a alguien, y el tipo, que mira las puertas que se cierran simultáneas, y que, de repente, le pega a la vieja en la nuca, con el puño bien cerrado. La vieja cae y una mujer que está dentro del subte grita, pero el tipo no la oye o no le importa porque le empieza a pegar patadas a la vieja que está en el suelo, que trata, como puede, de levantarse; aunque eso antes de la primera patada, porque después se queda quieta, recibiendo los golpes como si fuera una bolsa de papa. Está en el suelo, sin moverse, y el tipo sigue, como con bronca, como si le hubiera jurado venganza o algo así. El viejo que tengo al lado dice que paren el tren, que el hijo de puta la va a matar. Algunos, que no entienden, miran al viejo como si estuviera loco. El viejo está parado frente al botón rojo, que sirve para detener el subte sólo en una emergencia, pero grita paren el tren, que el hijo de puta la va a matar. Quiere que lo haga otro, o no se dio cuenta de que él puede. La mujer que gritó antes lo mira angustiada. El viejo le pregunta a uno de traje si no vio lo que pasaba. Pero el otro no vio y ya es tarde para verlo. Por la ventana, sólo se ve negro.

4 comments:

Nadie Nunca Nada.- said...

Muy a favor del texto.
Siempre hay un cobarde que se indigna. Es una indignación casi consigo mismo.
Y en cuanto a la gente que espera...a veces me pongo a mirar a esos tipos que caminan solos a las cuatro de la mañana. Todavía no sé qué buscan.
Abrazo.-

Ø said...

No diga nada (bajando la voz).

Soy de esos, lo admito. No sé cómo hizo para verme. Suelo llevar ropa oscura. Pero tengo motivos para caminar a esa hora.

Luego le explico.

Anonymous said...

¿Y vos? ¿Dejaste que apalearan a la vieja?

Un verdadero cagón...

Ø said...

Superman, deje su celular en el próximo post.

Así la que viene, lo llamo y nos salva, a la vieja y a mí.