Wednesday, February 16, 2011

Tiempo

"¿Vendrá, verdad? ¿A las ocho y media, para el aperitivo? ¿Le conviene a las ocho y media? Muchas gracias. Hasta luego entonces.

Se inclinó —nuevamente, una expresión indecisa bajó y subió por la expresión de la cara— juntando los talones, amistosos los ojos, mientras tendía la mano al médico; y Díaz Grey olvidó el tiempo pasado entre los dos idénticos saludos y los diminutos sucesos íntimos que este tiempo había contenido cuando volvió a estrechar la mano de Lagos, a las ocho y treinta en punto, en la entrada del bar del hotel.

—Si para usted es lo mismo —dijo Lagos, palmeándolo—, y mejor aún si lo prefiere, vamos a ubicarnos en el mostrador".


Juan Carlos Onetti, en La vida breve: una oración cuyo principio y final distan temporalmente en siete u ocho horas.