Tuesday, December 23, 2008

Friday, December 19, 2008

La señora y la monja


Uno piensa que la señora es muy pintoresca y le pide, amablemente, si se puede sacar una foto con ella. La señora sonríe y, en silencio, acepta. Posa junto a uno. Luego, quiere que uno le pague por haberse sacado una foto con ella.

Las colombianas no se visten así. Uno ve que las colombianas no se visten así, pero cuando descubre a la señora piensa: mirá cómo está vestida. Qué pintoresca. Saquémosnos una foto con ella.

El modus operandi de la señora: camina, mira el piso como distraída, cerca de un turista. Cuando él, ella, la apunta con el foco, mira a la cámara. Luego, pide retribución.

La señora no aclara que, luego de la foto, uno deberá pagar.

“¿Pero entonces, usted es como una modelo de publicidad ?”.

Ella se ríe, muestra los dientes blancos, tan blancos, y pone la mano, extendida, hacia arriba.

Uno le acaba de sacar una foto como si la señora fuera una especie de fenómeno particular digno de ser retratado. La señora pide plata. Uno, de alguna forma, se benefició con la señora, con su imagen, con el atuendo, con la forma de vestir, anómala y atrayente. Así que uno, no sin cuestionárselo, le paga.

Pero, ahora, la señora está dada vuelta. Y uno siente ganas irresistibles de ver qué pasa si le saca una foto sin que ella lo sepa. Y uno saca la foto y descubre, sorprendido, que una monja, con atuendo y una alcancía de colores, empieza a decir, en voz alta, “señora, señora. ¡Detrás de usted!”. Y uno, atento, mira hacia el infinito, como si le hubiera sacado una foto a las nubes que, detrás de la mujer, recorren el cielo, y camina con paso firme.

“Hay... ¡Qué lástima! Se le fue...”, dice la monja.

Friday, December 12, 2008

Disculpá

"La Policía Metropolitana lamenta profundamente que alguien perdiera la vida en esas circunstancias", dijo el jefe en funciones de Scotland Yard, Paul Stephenson, respecto de la muerte del brasileño Jean Charles Menezes, asesinado por dos agentes de la policía británica en el subte de Londres.

Wednesday, December 3, 2008

Bombay



UNO

Se sabe poco. Siempre se sabe poco. Las letras que salen en los diarios son una porción, mínima, de una bola de intereses, datos confusos, desmentidas, voces oficiales y hechos concretos, muchas veces terribles. Se sabe que fue en Bombay, la capital financiera de La India y uno de los principales diez centros comerciales del mundo. No hay precisión sobre la cantidad de muertos: aunque se supone que fueron más de 186. Podrían ser 188 ó 190: Los muertos no avisan que están muertos y hay algunos que, además de silenciosos, quedan sepultados bajo kilos y kilos de escombros. Se sabe que hubo atentados que duraron tres días. Hubo hombres con granadas, metralletas y pistolas que atacaron diez puntos neurálgicos de la ciudad: entre ellos un café, una estación de trenes, un centro judío ortodoxo y dos hoteles de lujo (el Taj Majal y el Trident Obrero), donde los atacantes tomaron rehenes. No se sabe, exactamente, a quiénes respondían los agresores. Hay versiones, encontradas y disímiles. Sin embargo, lo seguro: India y Pakistán, potencias del sudeste asiático enfrentadas desde hace 60 años por la posesión de la región de Cachemira, encontraron motivos que amenazan quebrar el incipiente proceso de Paz a punto de concretarse.

DOS

Once de marzo de 2004. Madrid. Siete de la mañana y 36 minutos, o siete de la mañana y 40 minutos. Cuatro trenes españoles vuelan por los aires. A las horas, el entonces presidente José María Aznar llama al diario El País para informar que su hipótesis principal es que los atentados los perpetró el grupo independentista vasco ETA. El diario cree en la fuente oficial. Muchos lectores, no todos claro, creen en el diario. Luego, las desmentidas. Después, Aznar pierde las elecciones. Muchos, no todos claro, interpretan las declaraciones como el apoyo español a las invasiones de Estados Unidos a Irak.
Se sabe poco.

TRES

El primer día, el grupo "Mujahidines del Deccan" se atribuyó el atentado. Mujahidín: combatiente musulmán de una Guerra Santa. Deccan, forma anglicanizada de la palabra "dakkhin" que significa Sur. La meseta de Deccan se extiende al centro-sur de India.


Sin embargo, la policía india tiene otra versión. Tiene el testimonio de uno de los terroristas detenidos, Ajmal Amir Kamal: un adolescente que pertenecería al grupo armado Lashkar-e-Taiba. El “ejército de los piadosos”, que de piadosos mucho no tienen: son una facción islamista paquistaní, clandestina, que revindica la lucha armada contra La India. Este chico, con una seguridad que podría haber sido inducida por los métodos de interrogación que, se sabe, suele utilizar la policía contra supuestos terroristas, identificó a los atacantes como ciudadanos paquistaníes entrenados por Lashkar e Taiba. “Diez de nosotros fuimos elegidos al final para la operación en Bombay", dijo y detalló que habrían llegado por mar, en una sola embarcación.
Sin embargo, horas después, la organización de los piadosos desmintió haber participado en los hechos.

CUATRO

Las negociaciones de paz debían iniciarse el jueves, día de los atentados. Luego, amenazas cruzadas. El canciller indio dijo que si se comprobaba la responsabilidad de Pakistán habría grandes consecuencias. Por su parte, si bien se comprometió a castigar a grupos radicales, el gobierno pakistaní advirtió contra “toda reacción exagerada” de India. Inclusive, anunció con suspender el proceso de paz y hasta llegar a movilizar tropas. Hoy, la secretaria de Estado de Estados Unidos Condoleezza Rice pidió a Pakistán que cooperara en las investigaciones. Durante una conferencia en Nueva Delhi, Rice dijo que su país no se apresurará a la hora de identificar a los responsables de los ataques, pero añadió con seguridad: "Está claro. Este es el tipo de terrorismo en el que participa Al Qaeda”.