A veces, cuando nado, lamento no tener un cuaderno, un
lápiz, una hoja donde anotar los pensamientos que se suceden como si fueran
sueños.
A veces, cuando nado, pienso. Y me alejo de ese ir y venir,
esa repetición cansina: respiración músculo movimiento. Respiración músculo
movimiento
A veces, horizontal, corrijo algún cuento, repito como un
mantra un párrafo, una frase, buscando una palabra.
En los sueños, el tiempo no pasa. Transcurre distinto, como
el agua de las profundidades de un lago, que se mueve aunque no sigue la
pendiente del río sino que circula al azar en un espacio cerrado.
Brazada, respiración, brazada, y la mano sumergida en la
transparencia blanda.
En los sueños, el tiempo no pasa. Transcurre distinto, como
el agua de la profundidad de un lago, que se mueve aunque no sigue la pendiente
sino que circula al azar en un espacio cerrado.
Burbujas solitarias.
En los sueños, el tiempo no pasa. Transcurre distinto, como
el agua de la profundidad de un lago, que se mueve aunque no sigue una
pendiente sino que circula al azar en un espacio íntimo.
El agua diáfana, clorada.
Pero. En el fondo del lago el agua no circula al azar sino
que se mueve vaya a saber uno por qué cosa.
Brazada, respiración sumergida en la transparencia blanda.
En los sueños, el tiempo no pasa. Transcurre distinto, como
el agua de la profundidad de un lago, que se mueve aunque no sigue una
pendiente sino que circula cerrada en un espacio íntimo.
Venecitas, impulso, envión.
En pocos minutos, uno
puede ver una historia que llevaría páginas y páginas escribir y sólo se da
cuenta de lo que duró cuando, al abrir los ojos, mira en el reloj las agujas.
La mano, la
transparencia blanda.
En pocos minutos, uno puede ver una historia que llevaría
páginas y páginas escribir y sólo se da cuenta de lo que duró cuando, al abrir
los ojos, mira en el reloj las agujas de la penumbra.
Burbujas.
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