A diferencia de los diarios, algunas revistas se dan el lujo de dar más tiempo a sus autores para entregar una historia. Es decir: se dan el lujo de haber sido hechas para leer y sorprender. Sólo en esos casos, un cronista tiene más oportunidades de buscar una cosa y encontrar otra, inesperada: lo más emocionante para un cronista es descubrir cosas que no está buscando. Hay una palabra en inglés para nombrarlo: serendipity. ¿No es acaso una paradoja buscar el azar? Pero esta búsqueda del azar cuesta también tiempo y trabajo. Cuesta preguntarse qué es digno de contarse y qué es digno callar. Y cuesta aprender a esperar a que suceda algo digno de contarse. Para escribir una historia, hay que aprender a sorprenderse. A veces la única condición para escribir una historia de verdad es aprender a esperar.
Julio Villanueva Chang, en Apuntes sobre el oficio del cronista
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1 comment:
Como dijo Picasso, "cuando vengan las musas, que éstas te pillen trabasjando".
Buen extracto.
beso!
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