Thursday, July 12, 2007

Madrugada

Tengo una vecina puta. No la conozco pero sé que es puta. No puta en el sentido metafórico de la palabra, de ésas a las que les gusta coger una vez y otra vez y otra vez y otra vez con muchos distintos. Puta en el sentido literal, antiguo y abarcativo. Porque ésta, además de coger una vez y otra vez y otra vez y otra vez, cobra. El problema no es que cobre. Ni tampoco que coja una vez y otra vez y otra vez y otra vez. El problema es que lo haga, todas las noches, varias veces, sobre una cama desvencijada en un dormitorio encima del mío.

Dicen que dormidos todo el tiempo soñamos. Hace un rato yo estaba soñando. No sé qué soñaba, tampoco importa. Dormía, soñaba y escuché el gemido. Un grito ahogado, orgásmico, seco. Y un golpeteo. Una cama sobre una pared, se me ocurrió aunque bien podría haber sido una pierna de madera rebotando en el piso. Ella gemía. Como sólo ella puede gemir. Como gime una vecina desconocida a las tres de la mañana cuando el que la oye está solo y piensa que la que grita es actriz porno o tiene menos de treinta años.

Sé que es trillado no poder dormir por el gemido de una vecina. Un lugar común, como les dicen a los lugares como su cama por la que pasan cuatro o cinco flacos por noche. Pero lo sufro.

A veces pienso en subir y tocarle el timbre, pedirle que grite en voz baja, que acolche las paredes o que, al menos, no simule estar muriendo atravesada por un pene. Incluso he analizado pagarle para coger y sacarme las ganas, pero sería peor.

Duermo de a ratos: en las conversaciones iniciales con los clientes (monótonas y repetidas), mientras fuma un cigarrillo o cuando se baña, después de despedir a su amante ocasional y cerrar la puerta de entrada. Duermo de a ratos. Duermo quince o veinte minutos y luego la escucho. Oigo su voz de nena que pide más, que indica así o que preocupada pregunta qué pasó. Escucho y me levanto, preparo un té, prendo la computadora y desde hoy, desde esta madrugada sexual para otros literaria para mí, escribo algunas palabras insomnes en mi blog.

6 comments:

Cordelia said...

Muy bueno, alguna observación, sin embargo: por qué sentido metafórico? para amortiguar el mazazo de lógica machista? Dice que Lacan sostenía que la verdadera mujer es la puta. Menos complicado, Almodóvar afirmaba que una mujer es auténtica cuanto más se parece a lo que se quiere parecer. Más simple, el sexo es para todos, en la cantidad y frecuencia que a cada uno le resulte placentero, sin que ello refiera a que haya que ponerle la letra escarlata a quienes ejercen su derecho al placer.
www.cordeliadeeply.blogspot.com

Ø said...

Agradezco el comentario.


Sentido metafórico porque putas son las que cobran, no las que disfrutan.

Sin embargo, más allá de machismos y feminismos no podemos negar que nuestro lenguaje social denomina "puta" a la que disfruta con ganas.

Por eso me vi obligado a especificar el sentido de la P, de la U, de la T y de la A, una detrás de otra en hilera y sin superposición.

Lyon said...

Vine a parar acá por un comentario suyo en un blog. Sin esperanzas, porque en el comentario parecía no haber entendido el texto del que hablaba. Y sorprendió. Está muy bien lo de la puta. Aunque no lo deje dormir. Sobre todo porque no lo deja dormir. Siga escribiendo.
Saludos.

Ø said...

Suelo entender los textos de los que hablo. Si no entiendo, prefiero preguntar o simplemente quedarme callado.

Quiz�s parec�a. Pero hay textos cr�pticos. Textos que uno escribe para que no todos entiendan. Textos, digamos, dirigidos.

Quiz�s ese haya sido el problema.

Tenga esperanzas.


Y s�. Voy a seguir escribiendo. Porque no puedo dormir. Usted no sabe c�mo gime esa puta.

Paranoica said...

Dele las gracias a la puta entonces, mientras yo le doy la bienvenida.

Anonymous said...

Es tu musa inspiradora... puta o no.

Mucha acidez en la escritura. Un dejo de actitud "todo me importa un carajo". clap, clap ,clap.