Saturday, January 22, 2011

Aprender a esperar

A diferencia de los diarios, algunas revistas se dan el lujo de dar más tiempo a sus autores para entregar una historia. Es decir: se dan el lujo de haber sido hechas para leer y sorprender. Sólo en esos casos, un cronista tiene más oportunidades de buscar una cosa y encontrar otra, inesperada: lo más emocionante para un cronista es descubrir cosas que no está buscando. Hay una palabra en inglés para nombrarlo: serendipity. ¿No es acaso una paradoja buscar el azar? Pero esta búsqueda del azar cuesta también tiempo y trabajo. Cuesta preguntarse qué es digno de contarse y qué es digno callar. Y cuesta aprender a esperar a que suceda algo digno de contarse. Para escribir una historia, hay que aprender a sorprenderse. A veces la única condición para escribir una historia de verdad es aprender a esperar.

Julio Villanueva Chang, en Apuntes sobre el oficio del cronista

Friday, January 21, 2011

Librerías*


Mi primer trabajo fue en una librería de las grandes.

En una de esas sobre Corrientes, con lugar para presentación de libros y un empleado que se encarga, solamente, de cuidar que nadie robe lo que no es suyo.

Trabajar en una librería es como vender fiambre, sólo que socialmente mejor visto.

Es como estar adentro de internet.

Es un histeriqueo literario y constante.

Sábado a las doce y media de la noche: disculpame, me podrías bajar ése de allá, el amarillo, que quiero verlo.

Saber que esa persona, que va a ir al cine en un rato, ahora, no tiene un carajo que hacer así que te pide ése, el de allá, para hojearlo un poco.

Es llegar a tu casa y querer hacer cualquier cosa menos leer.

Es una mierda.

Supongo, claro, que habrá casos distintos. Yo no duré más de tres semanas.



*Este texto, de alguna forma, responde a otro, de Azucena Galettini, que se puede leer acá.


Negresse

Une négresse par le démon secouée
Veut goûter une enfant triste de fruits nouveaux
Et criminels aussi sous leur robe trouée
Cette goinfre s'apprête à de rusés travaux:

À son ventre compare heureuse deux tétines
Et, si haut que la main ne le saura saisir,
Elle darde le choc obscur de ses bottines
Ainsi que quelque langue inhabile au plaisir

Contre la nudité peureuse de gazelle
Qui tremble, sur le dos tel un fol éléphant
Renversée elle attend et s'admire avec zèle,
En riant de ses dents naïves à l'enfant;

Et, dans ses jambes où la victime se couche,
Levant une peau noire ouverte sous le crin,
Avance le palais de cette étrange bouche
Pâle et rose comme un coquillage marin.


Stephane Mallarmé, Une négresse

Saturday, January 15, 2011

Imponderable


"Los hombres no saben por qué consagran una obra de arte. Pese a no ser, ni mucho menos, conocedores, creen descubrir en ella cientos de cualidades para justificar tanta aceptación; pero la verdadera razón de sus favores es un imponderable: es simpatía".


Thomas Mann, en La muerte en Venecia.

Wednesday, January 5, 2011

Despertar




Luego de soñar gemidos.

Por Diego Gravinese.

contrapunto

La besa en la sien, cálmate amor, le acaricia el rostro, cómo había sido, la lleva del hombro hacia la casa, no llores sonsita.

Mario Vargas Llosa en Conversación en la catedral.

Tuesday, January 4, 2011

Mediocre (de)formación

"Le encuentro faltas garrafales desde el punto de vista de cultura lingüística. Vargas Llosa es un gran escritor, pero tuvo una formación mediocre, en escuelitas de Cochabamba y de Piura", dice la lingüista Martha Hildebrandt (?).